Existen
personas tan negativas, que son capaces de convertir una noche de fiesta, en
los peores momentos. Lo repiten una y otra vez. Cuando la noche avanza y la
fiesta está en su máximo apogeo. Comienzan a meter cizaña, a ver a los otros
como enemigos.
Se
transforman en las personas más amargas que existen, odiosas y violentas.
Parece que en vez de sangre, tengan el zumo de tres mandarinas verdes en las
venas.
Infectan
el ambiente con su presencia, se ríen igual que payasos de cristal, que a
mínima se hacen trizas.
Doy
gracias a mi imaginación, que es capaz de salir de esa situación. Me traslado a
mis buenos recuerdos, como el día que me regalaron el libro “Los tesoros de
Leonardo da Vinci”.
Así
igual que si cogiese una goma Milan, borro los malos momentos de la vida y sigo
mi camino.
Ada.
14/10/18
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