jueves, 11 de octubre de 2018

“Y entonces el Rey de bastos se perdió del resto la baraja”



Era la típica tarde de domingo, después de comer en familia, papá cogió el periódico y sentado en el sillón con los pies en alto, lo ojeaba, mamá recogía la cocina, el pequeño Luis jugaba con los coches, Maite cogió  la baraja y empezó un solitario. Salía la sota de espadas, junto al caballo de copas. Ella empezaba a formar un cuento en su cabeza.
Por el jardín aparecía montado en su caballo, elegante, el caballo de oros, Maite elegía ser la sota de oro, que estaba cerca de la fuente, en medio de los jardines de palacio.
La Reina de corazones, como todos saben por “Alicia en el país de la maravillas”, tiene muy mala leche, desde la torre de palacio gritaba como una condenada, al Rey de bastos. -¡Vete de mis tierras!- Todo por no traerle el vino Azabache, que le había encargado, en su viaje a La Rioja. “Y entonces el Rey de bastos se perdió del resto la baraja”

Ada 10/10/18

 
 Escrito para "el Club de los retos de Dácil"

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