domingo, 21 de octubre de 2018

A las enfermedades raras.




Los dolores que producían esa enfermedad, se habían hecho cada vez más insoportables. Se extendían por todo el cuerpo. Desde la cabeza, cuello, espalda, brazos, piernas, dedos, estómago, pecho, hasta la piel y los ojos dolían, cuando daba una luz fuerte para ella.
Primero mandaron ibuprofeno, luego Diclofenaco, miles de antiinflamatorios.
Mari por su propia cuenta, fue a médicos particulares, osteópatas, naturópatas, todos con la misma repuesta, no sabemos cómo tratarlo.
Pasaron a la Lírica, Tramadol, hasta llegar a la Morfina. Ésta en un principio fue la solución, lograba calmar los dolores, por fin podía dormir. Seguía viendo ese castillo de ilusiones en su vida, un poco lejos, eso sí.
Pero el cuerpo, enseguida se acostumbró a la dosis y ya no se podía subir más.
Es una enfermedad tan rara.
Día tras día, sus fuerzas fueron menguando, los dolores más fuertes, como si de agujas largas y afiladas se tratara, que atraviesan tu cuerpo por todas partes girando a hurgar y torturar.
Así, que un día sin pensarlo, quiso terminar con su calvario y liberarse de todas esas agujas invisibles que tanto daño hacían.
Una sobre dosis sería suficiente, por un momento sintió un gran alivio. Librarse de todos esos males, cerró sus ojos y no despertó jamás.

Ada. 21/10/18 Para "El club de los Retos de Dácil"

lunes, 15 de octubre de 2018

Malas influencias




Existen personas tan negativas, que son capaces de convertir una noche de fiesta, en los peores momentos. Lo repiten una y otra vez. Cuando la noche avanza y la fiesta está en su máximo apogeo. Comienzan a meter cizaña, a ver a los otros como enemigos.
Se transforman en las personas más amargas que existen, odiosas y violentas. Parece que en vez de sangre, tengan el zumo de tres mandarinas verdes en las venas.
Infectan el ambiente con su presencia, se ríen igual que payasos de cristal, que a mínima se hacen trizas.
Doy gracias a mi imaginación, que es capaz de salir de esa situación. Me traslado a mis buenos recuerdos, como el día que me regalaron el libro “Los tesoros de Leonardo da Vinci”.
Así igual que si cogiese una goma Milan, borro los malos momentos de la vida y sigo mi camino.

Ada. 14/10/18


jueves, 11 de octubre de 2018

“Y entonces el Rey de bastos se perdió del resto la baraja”



Era la típica tarde de domingo, después de comer en familia, papá cogió el periódico y sentado en el sillón con los pies en alto, lo ojeaba, mamá recogía la cocina, el pequeño Luis jugaba con los coches, Maite cogió  la baraja y empezó un solitario. Salía la sota de espadas, junto al caballo de copas. Ella empezaba a formar un cuento en su cabeza.
Por el jardín aparecía montado en su caballo, elegante, el caballo de oros, Maite elegía ser la sota de oro, que estaba cerca de la fuente, en medio de los jardines de palacio.
La Reina de corazones, como todos saben por “Alicia en el país de la maravillas”, tiene muy mala leche, desde la torre de palacio gritaba como una condenada, al Rey de bastos. -¡Vete de mis tierras!- Todo por no traerle el vino Azabache, que le había encargado, en su viaje a La Rioja. “Y entonces el Rey de bastos se perdió del resto la baraja”

Ada 10/10/18

 
 Escrito para "el Club de los retos de Dácil"

domingo, 7 de octubre de 2018

Las musas #otoño



       

Una musa ha envejecido
cansada de sobrevolar
a un escritor desagradecido
que no la quiso escuchar.

Sus ojos ya no la miran
otra musa anda jugando.
El lápiz dedica versos
a la joven que le ha inspirado.

Por su bello talle caduco
y su energía juvenil.
Sin ver su otoño llegar
a las musas vio partir.



 #otoño
#Concurso poesía Zenda Libros-iberdrola

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