martes, 19 de marzo de 2019

La espera


Juraron amor eterno
ante Dios, ante el altar.

Con las manos enlazadas
y las almas enredadas.

Tras varias primaveras
has dado todo por hecho.

Ahora bajas la mirada
cuando llegas a tu lecho.

¿Has pensado, en qué está ella?
Ruega cada noche a su Dios

su confesor, su salvador
que le devuelva la vida

con un abrazo de amor.
Pero tú, sólo ves, a la mujer

que engendró a ese ser
que les une desde ayer.

Sin querer romper los lazos
por el qué dirán.

Una copa y otra no bastan
llenan, ahogan los sueños
sólo, te dejan atrás. 

Sigue llorando
rogando por tu hijo
quien único le da vida.

Pues hace tiempo, de ti
no recibe una caricia.

Ada. ( 9/3/19)

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