jueves, 29 de junio de 2017





Y se oye el ¡boom! de la primera bomba.
Los que van por las calles; unos caen al suelo, otros huyen despavoridos.
En las casas corren a los sótanos, (los que tienen) otros bajo las camas acurrucan a sus hijos.
La ciudad se vuelve gris, llena de escombros y cadáveres. Gritos mudos, lágrimas y sollozos.
No dejan de bombardear.
Hay quien logra esquivar con un niño en brazos.
¡Llega a la frontera! y un alma caritativa le ayuda a pasar.
Comienza su nueva vida. Sin nada, ni techo, ropas, trabajo, ni un pedazo de pan que llevarse a la boca.

Ada. 29/06/17

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